HABILIDADES SOCIALES: FOMENTANDO LA ASERTIVIDAD
Existen tantas maneras de expresarse y de comunicar ideas como personas. A pesar que día a día nos comuniquemos de manera verbal y no verbal, existen ocasiones en las que la manera de hacerlo puede no ser la más deseable; influyendo así en nuestras relaciones sociales.
Según las actitudes y los elementos de nuestra comunicación encontramos tres estilos comunicativos distintos:
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COMUNICACIÓN AGRESIVA: las personas que adoptan este estilo comunicativo destacan por el poco tacto y las amenazas en la manera de comunicar sus propuestas y deseos, pudiendo encontrar en su discurso acusaciones, insultos o reproches. El objetivo perseguido en su conversación consiste en crear una jerarquización de poderes, es decir, mostrarse dominante con sus palabras para resultar “superior” al otro/s sujeto/s.
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COMUNICACIÓN PASIVA: alguien con un estilo pasivo a la hora de comunicarse mostrará una actitud totalmente contraria al caso anterior de la comunicación agresiva. Tenderá a la minimización de su expresión, obviando emociones y pensamientos importantes; guardando estrecha relación en la mayoría de las ocasiones con una baja autoestima o sentimientos de inseguridad e inferioridad.
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COMUNICACIÓN ASERTIVA: La persona conversa y se relaciona expresando de manera clara y directa lo que siente y piensa, a la vez que empatiza con el de enfrente y cuida la manera en que expresa este mensaje para no irritar o disgustar. Por tanto, una persona asertiva tendrá la habilidad de comunicar de manera transparente y franca sin menospreciar ni alabar en exceso al otro.
La comunicación asertiva corresponde al estilo de comunicación más deseable en la mayoría de las ocasiones, por ello vamos a determinar los beneficios de utilizar este tipo de comunicación:
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Los sujetos que ejercitan la asertividad están constantemente entrenando su capacidad de negociación. Ya que en primer lugar estará buscando favorecer sus intereses, pero con la aceptación del otro.
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Mejora la comunicación con familiares, amigos, compañeros, etc.; ya que disminuye conflictos.
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Pone límites en ciertas situaciones importantes para el sujeto.
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Aumenta la sensación de control de uno mismo y del ambiente que le rodea.
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Expresa sus sentimientos, gustos, preferencias, deseos, demandas, etc.; de manera honrada fomentando así una buena inteligencia emocional.
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Reduce sus niveles de malestar y estrés al saber decir “NO” en participar en actividades o tareas que no quiere/puede llevar a cabo.
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Aumenta los niveles de autoestima y autoconfianza al tener mayor capacidad de resolución de problemas.
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Conocen y ejercen los “derechos asertivos” para todos los sujetos:
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Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
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Derecho a tener sus propios valores y opiniones.
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Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
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Derecho a ser uno el único juez de sí mismo, a experimentar y a expresar los propios sentimientos.
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Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
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Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
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Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
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Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
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Derecho a pedir lo que se quiere.
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Derecho a ser independiente.
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Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo y con el propio tiempo y las propias propiedades.
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Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
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Derecho a ignorar los consejos de los demás.
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Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
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Derecho a estar solo aún cuando deseen la compañía de uno.
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Derecho a no justificarse ante los demás.
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Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
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Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
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Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
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Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
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Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
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Derecho a sentir y expresar el dolor.
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Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y en los casos límites en los que los derechos de cada uno no están del todo claro, llegar a un compromiso viable.
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Derecho a escoger no comportarse de una forma asertiva.
Ya que es tan importante empoderar esta habilidad social, no terminaremos el artículo sin mostrar algunos tips para entrenar nuestra asertividad:
Tip nº1: comenzar las frases que incluyan peticiones de las siguientes maneras:
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Yo pienso…
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Me gustaría…
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Tal vez podríamos contemplar…
Tip nº2: una vez al día dar y recibir elogios de manera agradecida.
Tip nº3: reconocer y aceptar las debilidades y fortalezas.
Tip nº4: atrévete a pedir cambios (y a ofrecerlos) con las personas de tu entorno.
Tip nº5: expresa sentimientos positivos y negativos.
Tip nº6: decir “NO” a aquellos planes o peticiones que no sean de tu agrado.
"La interacción asertiva ideal es aquella en la que los participantes acaban sintiéndose mejor que antes."
S.Neiger y E. Fullerton
Laura Ramón Calvo
